No nos damos cuenta de cuanto sufrimiento nos causa la ira y la agresividad que llevamos dentro.
A veces reaccionamos mal, con agresiones e ironías, otras al contrario, nos callamos aguantando lo que no debemos y nos aislamos a la sombra del resentimiento, víctimas de las situaciones.
Nos sentimos enfadados con el mundo, pero realmente con quien estamos enfadados es con nosotros mismos por todas esas tensiones que hemos ido acumulando conviertiéndose en veneno para nuestro corazón.
Nos sentimos hastiados, hartos, incomprendidos, nos cae mal la gente e incluso llegamos a sentir rechazo por ciertas situaciones y personas.
Es necesario llevar la calma y la armonía a ese mundo interior para que no desgastemos energías inutilmente. Es necesario contactar con nuestra esencia con honestidad y mucha ternurita perdonándonos y perdonando a los demás.
Es necesario entender que es normal pasar por situaciones difíciles, encontrarse con personas que ponen a prueba nuestros valores y que los límites hay que ponerlos a tiempo, aprendiendo de las experiencias pero sin dar el poder a las circunstancias o a las personas para que nos dañen.

Así que llena de Amor tu corazón, haz las paces con tu Alma y pon una sonrisa interior que te ayude a seguir caminando…
AMOR Y HUMOR…